Sin categoría

Salud mental y sexualidad en redes sociales: mitos, verdades y peligros

Por 30 mayo, 2025 No hay comentarios

Vivimos en una era hiperconectada, donde las redes sociales se han convertido en un espacio central de información, expresión y validación. En este escenario, la salud mental y la sexualidad son temas que se exponen, debaten y consumen constantemente, pero no siempre con responsabilidad ni rigor.

¿Qué efectos tiene esto en nuestra subjetividad? ¿Qué mitos y verdades circulan? ¿Qué riesgos debemos reconocer?

1. Sexualidades idealizadas y cuerpos irreales

Uno de los grandes peligros de las redes sociales es la construcción de ideales inalcanzables: cuerpos perfectos, relaciones sexuales “siempre satisfactorias”, una hipersexualización constante…

Todo esto genera presiones que inciden directamente en la autoestima y el deseo. Se instala la idea de que hay una única manera “correcta” de ser deseable o de vivir la sexualidad.

Desde una perspectiva integrativa y relacional, sabemos que el deseo es singular, y que el cuerpo no es una imagen sino un territorio vivido. Compararnos constantemente con cuerpos editados puede alejarnos de nuestra experiencia auténtica y de un placer genuino.

2. Mitos que se viralizan

Frases como:

  • “Si no tienes sexo con frecuencia, tu relación está mal”
  • “El sexo espontáneo es el único válido”
  • “Los hombres siempre quieren y las mujeres no”

…se replican en miles de publicaciones virales. Estos discursos refuerzan estereotipos, culpabilizan y limitan la libertad sexual.

⚠️ El peligro es confundir contenido popular con saber profesional o experiencia clínica.

La educación sexual requiere rigor, escucha y profundidad, cosas que las redes muchas veces no promueven por su lógica de inmediatez.

3. La salud mental también se simplifica

En salud mental también proliferan los «tips», los autodiagnósticos y la romantización del malestar. Palabras como ansiedad, depresión, gaslighting o relación tóxica se usan con ligereza, muchas veces desdibujando su sentido.

La psicología –y especialmente una mirada relacional y holística– nos invita a complejizar la experiencia humana. Cada persona tiene su historia, su contexto, su modo único de habitar el mundo.

No hay respuestas universales. Muchas veces, lo que se etiqueta como «tóxico» es una dinámica relacional que necesita ser comprendida, no cancelada.

4. ¿Y entonces… qué hacemos?

No se trata de demonizar las redes sociales, sino de promover un uso consciente. Algunas claves:

  • Elegí con cuidado a quién seguís: buscá voces con formación profesional, mirada crítica y sensibilidad clínica.
  • Cuestioná los discursos virales: ¿esto aplica a mí? ¿me conecta o me aleja de lo que deseo y necesito?
  • Desconectate para reconectar: volvé al cuerpo, a lo que sentís, más allá de la pantalla.
  • Buscá espacios terapéuticos: porque sanar, comprenderte y transformar requiere acompañamiento.

Conclusión: redes, malestar y la necesidad de un espacio propio

Las redes sociales tienen el poder de informar, conectar y ampliar perspectivas, pero también pueden distorsionar, generar inseguridades y alimentar expectativas poco realistas sobre nuestra salud mental y sexual.

Lo que vemos en pantalla no siempre refleja la verdad de nuestra intimidad, ni la complejidad de nuestros vínculos.

¿Te sentís así?

Si sentís que lo que circula en redes te genera:

  • Malestar emocional
  • Presión o exigencia
  • Confusión sobre tu sexualidad o tu bienestar
  • O simplemente te hace cuestionarte desde un lugar que no se siente bien

…puede ser una señal para frenar y escucharte.

💬 A veces, lo que necesitamos no es más información, sino un espacio donde hablar, sin juicios ni filtros.

La terapia puede ser ese espacio

Un lugar para:

  • Desarmar mitos
  • Reconstruir tu propio relato
  • Conectar con lo que verdaderamente deseás y necesitás

Un camino hacia una vida más consciente, amorosa y auténtica.

✨ Si estás pensando en empezar un proceso, este puede ser un buen momento.
Te acompaño.

📩 aurora.herrera.sb@auroraweb