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Gestionar las rupturas sentimentales desde tu desarrollo personal

Por 16 diciembre, 2020 No hay comentarios

El modo en el que gestionamos nuestras rupturas de pareja nos influye incluso años después.

Las relaciones personales, más aún las sentimentales, son probablemente la experiencia más compleja de nuestra vida.

En las relaciones de pareja es donde encontramos los aprendizajes más intensos y profundos, las decisiones que más condicionan nuestra vida, una gran fuente de bienestar, pero también los mayores retos y dificultades.

La importancia de saber gestionar el fin de las rleaciones de pareja

¿Qué dificultades, huellas o aprendizajes no funcionales (es decir, que limitan tu vida y condicionan tu forma de relacionarte contigo y con otras personas, sean posibles parejas o no) han dejado tus rupturas y sobre todo tu forma de gestionarlas?

Soy  psicóloga , sexología , mediador y coach en  mi Centro de Atención Sexología, y desde hace más de 10 años acompaño a personas en sus procesos de cambio, bien sea con un enfoque personal o profesional. En muchas ocasiones, las dificultades que tienen las personas en relación a sus relaciones personales y sentimentales estriban en los aprendizajes que tuvieron lugar en una relación pasada y especialmente en la ruptura.

Estas dificultades y aprendizajes no nos afectan solo a la hora de construir nuevas relaciones, sino también en el área personal, de bienestar, en nuestras emociones, e incluso en nuestro trabajo (somos seres emocionales y nuestros aprendizajes nos afectan en todas las áreas). ¿Cómo resolverlo? ¿Cómo desaprender lo aprendido?

El reto de superar una ruptura

Uno de los problemas psicológicos, emocionales y afectivos más habituales es este: las dificultades al gestionar las rupturas, y sobre todo saber modular cómo nos afectan esas experiencias en el futuro (que nos afectan con el paso de los meses e incluso años para vivir con bienestar y afrontar nuevas relaciones).

¿Por qué las relaciones son una experiencia psicológica tan compleja? En el inicio de una relación vivimos una experiencia de disolución, de entrega, donde se genera una unión cuya explicación siempre será limitada.

Tras esa fase, surge una lucha de egos donde cada miembro de la pareja convive con su propio sistema de creencias, valores, y también con sus propios miedos e inseguridades. Para validar estas emociones y alcanzar seguridad, tratamos de coaccionar al otro y surgen los conflictos más importantes. La ruptura supone una especie de jaque mate a nuestra propia valoración personal (lo que crees, lo que consideras justo, lo que consideras que necesitas), además del gran impacto emocional que tiene sobre nosotros y cómo aprendemos a gestionarlo después.

¿Qué quiere decir el impacto emocional?

Somos seres emocionales y siempre sentimos emociones. En el momento de la ruptura o del conflicto con el otro, sentimos ira, rabia, decepción, como parte de las emociones que tratan de ayudarnos a validar nuestras ideas personales o para tratar de coaccionar al otro; sin embargo, también sentimos miedo, inseguridad, a veces culpa o desasosiego, y nuestro bienestar queda vinculado a la experiencia vivida. La ruptura nos hace sentir que nuestra forma de ver el mundo y de concebir la relación es, en definitiva, peligrosa.

Las emociones son en sí mismas positivas y tratan de ayudarte a conocerte, a que descubras cómo interpretas las situaciones y a reaccionar en base a ellas. El problema no son las emociones sino cómo las entendemos y gestionamos. Si no hacemos el aprendizaje profundo de aprender a entender y a gestionar esas emociones, terminan por condicionarnos, haciendo que nuestra forma de relacionarnos esté basada en el miedo, la inseguridad, la coacción o el intento por validar lo que tememos (y que antes hemos experimentado).

La forma de gestionar esas emociones, ante todo, se traduce en una serie de comportamientos que terminan saboteando nuestras experiencias afectivas y sentimentales: control del otro, inseguridad, aislamiento, evasión, dependencia emocional, incluso egoísmo. Son conductas que a veces consideramos necesarias, pero en realidad están basadas en un miedo que no hemos aprendido aún a gestionar debido a la experiencia pasada (y que implican un límite importante para nuestro bienestar).

¿Qué emociones sientes que hay detrás de esas conductas habituales en ti? ¿Qué crees que has aprendido de tus relaciones y rupturas del pasado y debes desaprender? ¿Qué parte de ti tendría que cambiar para cambiar lo que te ocurre?

Para saber más…

Si esta es tu situación y te gustaría desaprender lo aprendido para superar lo que ocurrió y ocurre gracias a tu propio cambio personal, te hago esta propuesta en mi consulta  encontrarás   la solución y darás  los primeros pasos. Tomar una decisión por tu propio cambio implica un encuentro con un profesional.